Los programas de base tecnológica ganan terreno con fuerza en las necesidades del mercado, sin embargo, pocos estudiantes los estudian. ¿Qué está mal con esa tendencia?
Quienes me conocen saben que mi estilo de comunicación es fácil de describir -DI REC TO-. Cuando son generosos conmigo, me describen como ‘honesto’, ‘cándido’, o usan coloquios por mi acento de caleñazo, como que no tengo ‘pelos en la lengua’ o xyz. Cuando las cosas salen mal, me describen como ordinario (y sí que lo soy).
Este preámbulo se los hago porque en esta columna voy a ser más directo que de costumbre. Señores, la estamos cagando y duro. En Colombia nos estamos cagando a nuestros muchachos.
A ver, ¿qué tiene de malo el país ahora? ¡Duque! ¡Claudia! ¡Santos! ¡Uribe! No, no, no, no, ninguno de ellos, el problema es estructural.
Tenemos un gran pacto entre los padres, colegios, universidades, e industria y nos hemos puesto de acuerdo para garantizar que nuestro país no progrese y nos vamos a quedar en el olvido.
Imaginen que les estoy hablando como un viajero que vino del futuro, del 2030 o 2040, a decirles que en Colombia estamos haciendo un par de cosas clave tan pero tan mal, que si no las corregimos nos vamos a quedar en el olvido.
Obvio pensaran, este man pretencioso viene a decir que sabe lo que va a pasar en el futuro. ¿Cómo te digo pues?, ¿Nostradamus? Pues sí viejo, en este punto en particular, yo sé que va a pasar en el futuro, no porque sea clarividente, sino porque vivo en el.
Los que trabajamos en emprendimiento y sobre todo de tecnología tenemos la ventaja de ‘ver’ el futuro, porque nos imaginamos un momento ‘lejano’ cuando el mundo es distinto, con un problema menos (el que intentamos solucionar) y trabajamos muy duro para traer ese futuro al presente lo más rápido posible. Ejemplo, cuando Elon Musk dice ‘nos vamos pa’ marte’ el ‘sabe’ que llegaremos en algún momento, pero decide meterle la ficha para que suceda antes que muera.
La segunda razón por la que veo el futuro es aún más obvia. Yo vivo en Silicon Valley, y aquí uno puede ver muchos de los cambios seculares que llegarán a la sociedad mucho antes que el resto del mundo. Ejemplo bobo, todos conocieron Zoom cortesía del Covid, yo lo uso desde 2015.
Las cosas que se ven lejanas en mi patria, las veo aquí todos los días. El otro día hablaba con mi papa y me decía “mijo, esos self-driving cars se van a demorar 20-30 años en llegar, eso está muy lejos” a lo que yo le respondí, “papá ,ayer caminando por la calle estaba tan despistado que casi me atropella uno, o mejor dicho, casi lo atropello yo.” Los tamagotchis de Google los conozco también desde 2015.
Marc Andreessen dijo, “software is eating the world” el software está comiéndose al mundo. No hay ninguna industria que no esté afectada por la tecnología. Esto ha sido claro por más de una década, pero después de los avances de machine learning, con un paper publicado en xyz, con los avances de machine learning, la velocidad en la cual la tecnología va a afectar todas las industrias del mundo es casi abrumadora.
12 de las 15 son carreras de tecnología, y necesitan bases de estadística y computer science. Solo tres son roles de ventas.
Hagamos un ejercicio mental sencillo. En 20 años, cuando la clase del 2020 lleve 15 años de graduada de la universidad, ¿ustedes creen que va a haber más o menos software? (más, obvio) Listo, y hoy en 2020 existen 12 carreras que están creciendo a toda velocidad en economías desarrolladas, sin embargo, la mayoría no las han escuchado ni se están preparando para las mismas.
¿Qué es más probable?, ¿que tengamos una mano de obra no calificada para competir y aportar a la economía mundial o que estemos tan perdidos como las empresas que no hicieron esfuerzo en transformación digital y ahora con el Covid la están pasando muy mal?
Ahora volvamos a cómo la estamos cagando. Asumo que saben para donde voy.
Nuestra mejor materia prima, que es nuestra gente, se está preparando para una cantidad de carreras que, aunque necesarias, de ninguna manera van a ser el core de las economías fuertes, y muchas desaparecerán en los próximos años. Aquí las embarradas por cada grupo:
Como industria nos deberia dar verguenza. Los ‘peores’ de todos son las universidades, pero nosotros no nos quedamos atrás. Las startups, empresas de desarrollo ‘grandes’ y casas de software (después les cuento de esta) nos matamos reclutando al talento que ya existe en vez de formar.
No educamos a los colegios, no hablamos con las peladas que tienen una mente brillante sobre dudas de qué estudiar; y cuando hablamos con los decanos de universidades y no nos paran bolas, nos rendimos y pensamos ‘es que están muy quedados, no entienden’, en vez de tratar y tratar hasta lograr un cambio.
Ahora un acto de cobardía. Notaran que aquí entre los culpables no estoy poniendo al gobierno. No lo hago por tres motivos. Primero, habiendo conocido a varios funcionarios de entidades públicas, siento que la gran mayoría tienen todas las intenciones de crear en Colombia una política de estado que nos vuelva ‘más tecnológica’. ¿Veo fallas? Claro que sí, y admito que es ultra frustrante trabajar con el estado. (Hoy no mas, mi equipo está trasnochado porque para firmar un papel nos demoramos 5 días de un software que estamos haciendo gratis, imagínate) pero intenciones hay de sobra y hay un mundo de iniciativas que buscan mejorar la base tecnológica del país.
La segunda, la cobardía a la que me refería, es porque les tengo miedo; literal, la otra vez nos adelantamos a hacer un anuncio sobre un permiso de tránsito por fallas de comunicación, y terminamos en un grupo en no se donde con la Fiscalía y Procuraduría preguntando quién era ese Truora y si había que investigarlo – QUÉ SUSTO.
La tercera, es que el gobierno tiene una tarea ardua de reactivar la economía post-Covid y eso tomará un esfuerzo titánico. Más aún, el gobierno tiene el mandato pero herramientas limitadas. Por más presupuesto que se tenga o no, ellos pintan con una brocha amplia y tienen que hacer políticas, no ejecutar. Ellos crean condiciones propicias para que ‘las cosas puedan pasar’ pero no son quienes las hacen.
Los que ejecutamos somos todos nosotros, Freddy, Sim, Maria, Fabian, Miguel, Santiago, Maria Alejandra, Alex, Paola, Hernando, Alejandro, Martín, todos responsables de que ésto cambie.
Mensajes finales
Todos nosotros en la industria de tecnología tenemos una responsabilidad con el país, que es mostrarles lo que necesitamos. Algunos de ‘nosotros’ han tratado de dar ‘campanazos’ Como Simón Borrero de Rappi en la entrevista de la FM, o Freddy Vega de Platzi. Pero nos quedamos cortos porque estamos enfocados en otra cosa.
Yo entiendo que estamos tratando de salvar nuestros negocios y sobrevivir este bendito Covid, pero sabemos para donde vamos y sabemos que es grave. Si en algún momento vamos a poder influenciar, es ahora, que todo el mundo está en su casa y siente que el mundo ‘cambió’ en vez de ver que las placas tectónicas se movieron hace rato.
Por favor, investiguen sobre cómo es el mundo y para dónde vamos, olvídense de la contabilidad (en serio) o de carreras que no existirán en 20 años. Con este link pueden ver cuáles van a ser reemplazadas. Y por su bien, su impacto, su libertad y felicidad, si no saben qué estudiar, en vez de elegir industrial o administración por default, estudien sistemas, estos pueden hacer los mismos trabajos que las demás carreras y decenas solo ellos, y si le tienen miedo a los cálculos, frescos que los pueden perder varias veces, y así se sienta como una patada en el estómago igual terminaran mejor parados.
Por favor considera estudiar sistemas. Es una carrera maravillosa, que te dejará crear cosas de la nada, tener impacto gigante, independencia económica, nunca vas a necesitar depender de un man y vas tener un chance alto de tener el tipo de vida que prefieras. Vas a poder ser ingeniero/músico, cantante, artista, antropóloga, lo que se te dé la gana.
Un incentivo adicional para finalizar. Señorita, le doy mi palabra, si estoy vivo el día que se gradúe, y alguna vez vieron esto y decidieron estudiar sistemas, escríbame un correo a dfbilbao@gmail.com y yo mismo les doy trabajo o les consigo un trabajo. Y si no estoy vivo, escríbanle a mi hermano que seguro les hace el cruce.
Fin del regaño azaroso.