América Latina; un capital humano increíble en una biodiversidad potente, que carga una pregunta histórica: ¿cómo conquistar la igualdad de oportunidades financieras? ¡En este artículo te hablo de inclusión, compromiso y responsabilidad social!
La inclusión financiera puede parecer una utopía para muchos, pero en el mercado también se gestan sueños que buscan, por el camino de los emprendimientos, otro tipo de revolución vinculada al mundo digital.
Una revolución real, concreta y tangible que le permite a grandes sectores, de la población de América Latina, participar plenamente en el sistema financiero.
La tecnología digital nos presenta una nueva era de producción y gestión de la riqueza con un amplio abanico de oportunidades para superar las limitaciones que desde hace mucho tiempo obstaculizaron el acceso a los servicios financieros.
De este compromiso de Truora con la responsabilidad social y la inclusión financiera es de lo que escribiré a continuación. En este post te voy a hablar de:
Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos y la Red Internacional de Educación Financiera, la inclusión financiera consiste en:
Internet es, literalmente, una utopía, porque tal como lo define la etimología de la palabra es un no-lugar.
Es en esa característica de ser un lugar que no ocupa espacio y puedes estar a 1 clic de cualquier distancia que radica su abismal diferencia de costos logísticos y operativos, volviendo muchas actividades absurdamente más baratas.
Comunidades históricamente marginadas pueden acceder al mundo financiero y nosotros como sociedad tendremos una oportunidad única de reparación, para empoderar individuos y comunidades, promoviendo un mayor acceso a servicios bancarios, seguros, créditos y ahorro.
Según un informe de la CEPAL, América Latina y el Caribe es una de las regiones que cuentan con menores niveles de inclusión financiera relativa.
A esto debemos añadirle el problema de que además de ser comparativamente bajos, son muy desiguales.
A pesar de los avances significativos, aún persisten desafíos, pues muchas personas siguen excluidas. Por eso el camino de la inclusión financiera en América Latina está íntimamente vinculado al de la inclusión digital.
Persisten brechas profundas en la inclusión financiera, lo que deja a determinados segmentos de la población sumidos en la invisibilidad dentro del ámbito financiero. Estas disparidades se traducen en la exclusión de grupos, como:
Según el informe de la ONU (con base en el Global Findex 2017 del BID), existen datos del que revelan una realidad preocupante:
Las mujeres enfrentan desafíos en el ámbito laboral y financiero, limitando su participación económica.
En Colombia, en 2020, la población entre 18 y 25 años, presentó el menor indicador de inclusión financiera, con 67,62% en contraste, el grupo entre 41 y 65 años, tiene un indicador del 91,05%. (Fuente La Republica).
Un tercer grupo es el compuesto por comunidades rurales y poblaciones indígenas que son históricamente víctimas de las dificultades territoriales y de la dificultad de comprender el aspecto cultural de la economía.
Dos elementos muy presentes en la cultura digital y que hoy en día pueden ser superados con más eficiencia y adecuación.
Y para finalizar el grupo que mueve la economía, que entiende de trámites y transacciones, pero que siempre estuvo a la sombra de las grandes empresas. La economía digital globalizada creó un nuevo paradigma democratizando el acceso para este sector.
La falta de infraestructura digital y limitaciones tecnológicas es el principal desafío, para la inclusión financiera en la región en la actualidad.
A pesar del avance tecnológico, existen comunidades y sectores que carecen de conocimiento sobre Internet o no tienen acceso o tienen una conectividad deficiente, lo que dificulta el uso y la adopción de servicios financieros digitales.
La falta de habilidades financieras y la escasa conciencia sobre la importancia y el funcionamiento de los servicios financieros son barreras cruciales para la inclusión.
Muchas personas carecen de conocimientos básicos sobre cómo utilizar productos financieros, gestionar su dinero o evaluar los riesgos y beneficios de diferentes opciones financieras.
Una proporción significativa de la población latinoamericana aún depende en gran medida de servicios financieros informales.
La falta de acceso a servicios formales, como cuentas bancarias, créditos y seguros, impide que estas personas accedan a herramientas financieras más seguras, confiables y rentables.
La desconfianza en las instituciones financieras, la preocupación por la seguridad de los datos personales y la forma de pensar en el dinero, como algo estático y no como un flujo, obstaculizan la disposición de participar en servicios financieros formales.
La digitalización es el medio por el cual podremos alcanzar una inclusión financiera plena en América Latina y abrir nuevas oportunidades para aquellos históricamente marginados.
La digitalización creó un nuevo paradigma en el acceso a los servicios financieros, derribando las barreras tradicionales que limitaban y excluían vastos sectores de la población de los servicios bancarios y financieros.
El mercado digital posee una impresionante capacidad para democratizar el acceso, a través de herramientas tecnológicas innovadoras y soluciones basadas en plataformas digitales.
La innovación tecnológica orientada hacia la simplificación de procesos y la adaptación a diferentes dispositivos han allanado el camino para una mayor aceptación y utilización de estas herramientas.
Además de proporcionar acceso, la digitalización abrió puertas para la educación financiera con plataformas digitales integrales ofrecen información y recursos para mejorar la alfabetización financiera, capacitando a individuos para tomar decisiones informadas y utilizar eficazmente los servicios financieros disponibles.
La digitalización no es simplemente una solución pasajera, sino un proceso en constante evolución. La adopción continua de tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, blockchain y fintech, promete ampliar aún más las posibilidades de inclusión financiera en América Latina.
América Latina, desde los místicos Andes hasta la exuberancia de la Amazonía, desde el río Bravo a Tierra del Fuego, sus paisajes reflejan la riqueza de su pluralidad cultural.
La tecnología es nuestra inspiración y la pieza clave para generar acceso a servicios de calidad para todos, independientemente de su origen o ubicación geográfica.
En Truora nos alineamos en la construcción de una América Latina en la que cada persona tenga el derecho de alcanzar su máximo potencial financiero para tener calidad de vida.
Una inclusión financiera que abrace a todos es el propósito que sintoniza el esfuerzo de una generación de trabajadores digitales comprometidos con la realidad.
Queremos ser catalizadores de un cambio social profundo, porque comprendemos que la inclusión financiera es el camino para empoderar y enriquecer a comunidades enteras en América Latina.
Nuestra filosofía es desarrollar soluciones tecnológicas para impactar vidas de forma positiva. Nuestra plataforma de vanguardia es un testimonio de cómo la innovación tecnológica puede ser el motor de la inclusión.
Creemos firmemente que la tecnología debe ser un agente tanto de inclusión financiera como de bienestar social en nuestra región.
Muchos piensan que el mercado no es un lugar para soñadores, nosotros, en cambio, vemos en el mercado financiero digital el camino para realizar el sueño de una América Latina próspera, equitativa y con inclusión financiera de todos sus habitantes.
Truora la tecnología más avanzada al servicio de la inclusión financiera de los latinoamericanos. ¡Comparte este artículo entre tus contactos que tengan el mismo sueño!