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El comercio electrónico ha obtenido un gran protagonismo en los últimos tiempos, especialmente gracias al avance de la tecnología que hace posible realizar cualquier tipo de transacción vía internet: cada vez son más los clientes que prefieren comprar online, ya sea por comodidad o ahorro de tiempo. Eso sí, así como surgen nuevas facilidades, también existen personas que crean oportunidades para cometer fraudes electrónicos como el carding.
Con el auge de la transformación digital, los riesgos de robo de información han aumentado debido a la vulnerabilidad que todavía existe en el inmenso mundo del internet. Afortunadamente, las medidas de seguridad están en constante perfección para evitar este tipo de problemas.
En esta ocasión, te invitamos a conocer qué es el carding, cuáles son sus consecuencias y cómo prevenirlo.
¡Lee con atención hasta el final!
¿Qué es el carding?
El carding es una práctica delictiva que consiste en la utilización fraudulenta de datos de tarjetas de crédito y débito con el fin de obtener beneficios propios.
Los delincuentes pueden vender esta información, utilizarla para hacer compras o realizar otro tipo de fraudes. Esta forma de fraude cibernético es muy popular en la actualidad y puede llevarse a cabo mediante la falsificación o copia de tarjetas bancarias o el robo de información financiera de las mismas.
Los estafadores acceden a la información personal de las víctimas mediante el phishing y luego utilizan las tarjetas sin autorización. El carding suele ser utilizado para hacer pequeñas compras en línea o por teléfono, lo que les permite a los delincuentes verificar que los datos robados son válidos.
Si no se detecta el fraude, los estafadores pueden aumentar gradualmente los importes de las compras realizadas de forma fraudulenta.
Para realizar este tipo de delito, la persona roba la información de las tarjetas para realizar transacciones en internet sin consentimiento de los titulares de las mismas, por lo cual es una forma de robo de identidad.
Normalmente, las personas que cometen este tipo de fraude suelen ser cuidadosas al inicio y hacen pequeñas compras para que pasen desapercibidas y sean difíciles de detectar, llegando a robar sumas de dinero que pueden ser considerables.
Si cuentas con un servicio web para tus clientes es fundamental que protejas su información y no mantengas almacenados en tus sistemas aquellos datos confidenciales que posteriormente pudieran ser extraídos por delincuentes.
Entre algunas de las formas existentes para robar la información de las tarjetas destacan las siguientes:
- Por internet: envíos de mensajes fraudulentos o enlaces en los cuales se solicita información confidencial al titular, como número de tarjeta o código de seguridad. Por supuesto, esto puede causar confusión, ya que quienes cometen el fraude suelen hacerse pasar por medios oficiales.
- Por teléfono: llamadas telefónicas de operadoras en las que solicitan datos personales mediante métodos convincentes.
- Mediante phishing: con la ayuda de este otro delito digital, los delincuentes crean páginas web falsas que son muy creíbles y se hacen pasar por empresas, bancos o cualquier otra institución de confianza para que las personas les den información confidencial, como claves.
- Mediante virus o malwares: esta modalidad permite instalar virus en los computadores, teléfonos u otros dispositivos electrónicos con el fin de sustraer toda la información que sea ingresada en los mismos.
Resulta clave conocer estas técnicas para no caer en este tipo de fraude electrónico, pues solo así es posible detectarlo al momento de realizar transacciones en internet y combatir la acción de los bineros, es decir, quienes efectúan esta mala práctica.
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¿Qué es un binero?
Como recién señalamos, quienes se encargan de poner en práctica este fraude llamado carding se autodenominan como bineros.
El nombre proviene de BIN —sigla para Bank Identification Number— y hace referencia a los primeros seis números de las tarjetas de crédito. Luego, mediante diferentes programas para generar los números faltantes, los delincuentes pueden engañar a diversos sitios web de servicios o venta de productos para ejecutar el fraude y robar dinero de las tarjetas.
Este grupo de personas también se encuentra en redes sociales con el fin de vender este tipo de información a otras y obtener un pago por ello.
Aunque es un poco difícil seguirle el rastro a esta forma de fraude, cuando son localizados arriesgan penas de varios años en la cárcel dependiendo de la jurisdicción donde se encuentren.
¿Por qué es importante cuidarse del carding?
Mediante el carding suelen ser robadas grandes cantidades de dinero, afectando gravemente la economía de tu negocio cuando no lo detectas a tiempo. Además, esta práctica pone en riesgo la información financiera de otras personas involucradas en las transacciones, ya sea en las plataformas de bancos o tiendas online, impactando —de manera negativa— la reputación de tu marca.
Ahora bien, aunque nadie quiere ser estafado ni posiblemente lo tengas pensado entre tus previsiones, existen algunas medidas de seguridad que puedes implementar para evitar y disminuir aún más la probabilidad de que tanto tú como tus clientes sean víctimas de este delito.
¡Veamos!
¿Cómo puedes evitar el carding?
Si sueles usar frecuentemente tarjetas —tanto de crédito como débito— para hacer compras por internet, es importante que estés alerta frente a algunas señales que podrían indicar una posible estafa mediante esta forma de delito electrónico e informes constantemente a tus clientes.
Entre algunas de las acciones recomendadas están:
- Verificar que las páginas donde se hacen las compras sean seguras y confiables, algo que puedes comprobar por la aparición del acrónimo "https" al inicio de la dirección web en la cual estés navegando, pues este indica que estás en un sitio protegido.
- No proporcionar ni solicitar datos bancarios a ninguna persona a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto o correo electrónico: recuerda que esta información debe ser confidencial.
- Mantener actualizados los programas que utilices frecuentemente, como aplicaciones de bancos o tiendas, para evitar vulnerabilidades en estos.
- Instalar antivirus en tus dispositivos electrónicos.
- Revisar periódicamente las cuentas bancarias y movimientos para detectar cualquier compra que no reconozcas.
- Utilizar las medidas de seguridad proporcionadas por los bancos, como límites de compras, notificaciones de movimientos, una segunda clave o diferentes mecanismos que te puedan ofrecer.
- Avisar a tiempo a tus clientes sobre una alarma de fraude para que cambien sus contraseñas.
- Evitar abrir correos spam o sospechosos que soliciten información confidencial.
Generalmente, los bancos suelen realizar campañas de resguardo de la información y recalcan la importancia de no divulgar tus datos personales ni de tarjetas a terceras personas.
Otra forma de evitar este tipo de fraude es informando a tus clientes sobre todos tus canales regulares de comunicación —correo electrónico, páginas web, números telefónicos oficiales, por ejemplo— y destacando que nunca solicitarás este tipo de datos para confirmar ninguna compra.
¡Listo! Ya conoces qué es el carding, sus consecuencias y cómo evitarlo.
Si bien los protocolos de seguridad informática han avanzado a pasos gigantescos y hacen que sea difícil para los bineros realizar este tipo de fraude, no debes bajar la guardia.