La transformación digital ha significado la simplificación de muchos procesos a través de canales electrónicos, algo que sin duda ha traído muchos beneficios para personas, empresas y todo tipo de organizaciones. No obstante, también han surgido nuevos tipos de actividades perjudiciales para nuestras vidas, como el robo de identidad o identity theft.
Esta práctica se ha convertido en algo hasta rutinario: si eres consumidor de noticias, ya habrás visto casos de datos corporativos filtrados, informes sensibles robados o información personal robada. De hecho, las cifras para el año 2017 indicaban que solo en EE. UU. al menos 16,7 millones de personas fueron víctimas de este crimen.
Afortunadamente, para todo problema hay una solución y en este artículo te vamos a explicar qué es el robo de identidad y cómo evitar que tu negocio sufra a raíz de este tipo de fraude.
¡Lee con atención hasta el final!
El robo de identidad es un delito que ocurre cuando alguien utiliza la información personal o financiera de otra persona sin su consentimiento.
También conocido como usurpación de identidad, esta práctica ilegal puede implicar la obtención, transferencia, uso o apropiación indebida de los datos personales de alguien para cometer un fraude o delito.
Los delincuentes suelen obtener información como contraseñas, números de identificación, tarjetas de crédito y datos de seguridad social para actuar de manera fraudulenta en nombre de la víctima.
O sea, esta acción ocurre cuando alguien usa tu identidad o información personal —como tu nombre, número de identificación, licencia de conducir o tarjetas de crédito— para cometer crímenes o delitos.
Cuando esto sucede, en la mayoría de los casos no somos conscientes de ser víctimas de esta actividad hasta que revisamos nuestros balances bancarios o recibimos emails sobre cobros, nuevas cuentas o incluso somos contactados por un recolector de deudas.
Por otro lado, casos como tener datos de identificación comprometidos no son realmente robos de identidad: por ejemplo, si un sitio web que usas regularmente para comprar tuviera una fuga de información y te cobrara algunos cargos extra, esto no te hace víctima de robo, pero sí podrías estar muy cerca de serlo.
A continuación, detallamos algunos de los tipos de robo de identidad que pueden presentarse:
Cuando alguien logra el acceso a una cuenta, ya sea bancaria o de tu email sin tu consentimiento se considera un robo de cuenta o account takeover. En ese punto, esta persona podría usar tus credenciales para lo que tú las utilizarías, por ejemplo, para hacer transacciones financieras, suplantar tu identidad y constituye la forma más común de fraude hasta los momentos.
Ahora mismo existen varios métodos para evitar esta actividad, como el doble factor de autenticación o contraseñas sólidas, preferiblemente, que no contengan ningún dato personal o relevante para ti.
En síntesis es cuando una persona u organización usa tus tarjetas de crédito o débito sin tu permiso. En la actualidad, no hace falta tener el producto en físico para poder realizar operaciones financieras no autorizadas, apoyándose en el número de tarjeta, el número PIN y el código de seguridad.
Esto es una práctica sumamente dañina para las victimas, no solo por el potencial robo de dinero, también por la posibilidad de alterar o perjudicar el historial crediticio de la persona.
En este caso, esta actividad involucra un robo real e integral de las características de comportamiento o físicas del individuo para poder cometer el crimen. Ya que, la única forma de desbloquear por medios biométricos es a través de la cara o la huella dactilar.
Con esta información hurtada del propietario, la persona podría tener control absoluto de billeteras electrónicas e incluso de la información privada del teléfono.
Sucede cuando usan la información guardada en la web de tus tarjetas para hacer compras no autorizadas. En la mayoría de los casos, cuando el propietario accede a redes Wi-Fi públicas o eventuales como en una cafetería o una plaza y realiza compras online.
Es el tipo de fraude con mayor crecimiento en la actualidad por su método sofisticado que combina los datos reales de un consumidor, como número de identificación, cumpleaños, dirección, entre otros, con información verídica pero de otra persona.
Así se crean perfiles ficticios con información real comprobable por las empresas con un historial de crédito totalmente positivo.
Ya conocidas las maneras habituales en las que se presentan los fraudes de identidad digital, sigue leyendo para que conozcas cómo luce pero viéndolo desde los zapatos del vendedor.
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Cuando los fraudes son hacia una empresa, en la mayoría de los casos un individuo se hace pasar por un distribuidor, mayorista, importador o por un cliente que necesita hacer un pedido grande de productos o servicios y que no suele discutir sobre los cargos o condiciones del mismo.
En otros casos, el fraude se comete utilizando la información personal de un cliente regular de tu empresa. Frente a este tipo de robo de identidad existen métodos para proteger tanto a tu organización como a tus clientes.
¡Toma nota!
Procedimientos simples para validar identificaciones oficiales como verificar los datos aportados por el nuevo cliente —como su ubicación, teléfono o firma— o realizar una llamada para comprobar el pedido o pedir el pago por adelantado son buenas prácticas para evitar el robo de identidad.
Utilizar un sistema de revisión de historial del cliente para examinar antecedentes penales, civiles, policiales, lavado de dinero u otros es la mejor opción. En muchos casos, este tipo de herramienta puede verificar la información del cliente hasta en más de 100 bases de datos nacionales e internacionales en solo algunos segundos.
La validación de identidad de parte de tu empresa es vital para garantizar que la persona que te compra es quien dice ser. Gracias a un programa de este tipo, podrás revisar sus datos con inmediatez y, al mismo tiempo, crear una base de datos segura con registros protegidos para tus usuarios mediante la captura de información, reconocimiento biométrico y la validación de datos.
De esta manera, prevendrás el robo de identidad y otros fraudes, otorgando confianza y tranquilidad a tus clientes.
Tener herramientas digitales que estudian las acciones y comportamiento de los usuarios en tu sitio —con ayuda de la inteligencia artificial y el machine learning— te permitirá identificar rápidamente irregularidades y acciones sospechosas para detectar intenciones ocultas y proteger a tu empresa y la identidad de tus clientes.
¡Eso es todo! Ya sabes en qué consiste el robo de identidad y cómo prevenirlo.
¿Qué esperas para transformar a tu negocio? Si bien evitar el fraude de identidad es una tarea complicada, no significa que sea imposible: solo es necesario cuidar cada paso que das y, más importante, equipar a tu empresa con lo mejor de la tecnología para evitar problemas por medio de una efectiva prevención.